AULA UNDERGROUND: Puntuación en Diálogos

Por Samir Dabian Guerra

Podría haberlo titulado también Diálogos en morse, por aquello de los puntos y las rayas en los diálogos, pero no me ibais a tomar en serio.

Empecemos definiendo la Ortotipografia.

Lo de orto es por ortografía

Según la RAE la ortotipografía es: «Conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipográficos».
Es decir, por qué he usado las comillas latinas («») para indicar una cita textual. Puedes decir que tú eres un artista libre que no sigue ninguna convención porque estás por encima de ellas. De acuerdo, pero tu obra de arte puede acabar siendo ininteligible o, como mínimo, denotar que eres un descuidado y no aprecias al lector.
Iremos por partes, como el bueno de Jack, de lo fácil a lo complicado.

Guion o Raya

Primero, guion (-) no es lo mismo que raya (—). Esta es más larga y es la que se usa en los diálogos.
¿Dónde está? En el Microsoft Word se utiliza la combinación de teclas Alt Gr + (del bloque numérico), en MAC se hace con Alt + shift + – y en el Scrivener dos guiones seguidos hacen una raya. ¿En otros programas? Ni idea de la combinación adecuada, pero siempre podrás utilizar la opción de insertar un símbolo.
La raya se utiliza en los diálogos para marcar la intervención, o parlamento, de cada personaje. Siempre al principio y sin ningún espacio posterior. Y nunca al final.

—Juan, quiero una cervecita.   BIEN
– Juan, quiero una cervecita.  MAL

Acotaciones en los diálogos

Las acotaciones o incisos del narrador, son aquellas frases explicativas que acompañan al diálogo y nos indican:

  • Qué personaje ha hablado. Aquí se utilizan los verbos dicendi o verbos declarativos o del habla (dijo, exclamó, explicó, susurró, etc.).
  • Qué hace el personaje mientras habla.

¿Cómo se puntúa la acotación? Siempre después del parlamento del personaje dejamos un espacio, luego una raya e inmediatamente, sin dejar espacio libre, el inciso. Si el personaje no continúa su parlamento sería punto y aparte. Nunca habrá raya al final.

—Juan, ponme una ración de calamares —dijo Santi.        BIEN
—Juan, ponme una ración de calamares — dijo Santi —.    MAL
—Juan, ponme una ración de calamares —dijo Santi.—     MAL

Si el parlamento es una interrogación o exclamación, lo cerraremos antes de la acotación. Y aun así, cerraremos la acotación con el punto:

—¿Queréis algo más? —preguntó el camarero.

Ahora vamos a complicarlo un pelín más.
Según la acotación sea un verbo dicendi o no, se puntuará de manera distinta el diálogo y, además, el inciso del narrador comenzará con minúscula o mayúscula.

Acotación con verbos del habla

El inciso del narrador siempre comienza en minúscula. Siempre, ¿eh?

—¿Queréis otra ronda? —preguntó Segismundo.   BIEN
—¿Queréis otra ronda? —Preguntó Segismundo.    MAL

Si el personaje continúa el parlamento, entonces sí que la acotación terminaría con una raya pegadita a la última letra y después un punto o una coma según la pausa que queramos dar.

—Por mí sí —respondió Eulalia—. Pero pide una ración de bravas.   BIEN
—Por mí sí —respondió Eulalia— Pero pide una ración de bravas.   MAL

Acotación con verbos no del habla

Hay tres casos:

El personaje termina su parlamento

Las palabras deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula.

—Aquí tenéis las cervezas. —El camarero les fue tendiendo las jarras.  BIEN
—Aquí tenéis las cervezas —el camarero les fue tendiendo las jarras.   MAL

El personaje continúa su parlamento

Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, pero son dos oraciones independientes, mantenemos el punto que cierra la primera frase, y el que marca el fin de la acotación se escribe tras la raya de cierre.

—Aquí tenéis las cervezas. —El camarero les fue tendiendo las jarras—. Ahora os traigo la ración de bravas.

Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, pero se trata de la misma oración, no se hay ni punto ni coma ni nada de nada antes de la acotación. Esta comienza en minúsculas y no se pone un punto (si acaso una coma si la oración la necesita) después de la raya.

 —Qué buenas que están las patatas. Pero tened cuidado —se señaló a la boca—, que queman muchísimo.

Los dos puntos

Si el signo de puntuación que hay que poner tras la acotación son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre.

—Anoche fui a un concierto —informó Segismundo, y añadió—: Fue una pasada.

El personaje brasas

Dícese de aquel que no le basta un párrafo para su exposición, sino que continúa hablando y hablando y hablando. En ese caso, a partir del segundo (y en los siguientes) los párrafos comenzarán con las comillas latinas de cierre, sin espacio y manteniendo la sangría que tengamos en el resto del texto.

—Te voy a contar una historia, chati —dijo el borracho ante la mirada desesperada de la chica—. Y te la voy a contar detalladamente.
»Estos músculos son de esculpirme en el gimnasio, donde BLABLA BLABLA ROLLO ROLLO BLABLA BLABLA.
»Además tengo un cochazo porque trabajo en BLABLA BLABLA ROLLO ROLLO MÁS ROLLO BLABLA BLABLA.

Espero que os sirva.
Como suelen decir: «Eso es to, esto es to, esto es todo, amigos».

Nota: Este artículo se publicó originariamente en el blog del Grupo LLEC


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