Por David Lorén Bielsa
En la reseña de hoy no valoro una, si no dos novelas diferentes que forman parte de la misma saga. Ambas son autoconclusivas, pero juntas forman una bilogía excelente de ciencia ficción nada convencional. Una epopeya magnífica que nada entre la ópera espacial y la mitología. Alberto Guerrero Octavio, su autor, ha creado unas pequeñas obras maestras.
PLANETA KI: MUNDO DE DIOSES
Es una ciencia ficción fresca, sin grandes pretensiones, pero muy efectiva, cuya premisa es plantear una ambientación nueva desde cero. Nosotros los lectores, nos movemos en un nuevo entorno sin valores de referencia. Todo lo que vamos a leer es nuevo, pero… ¡qué curioso! Pronto empezaremos a ver que quizá no sea tan nuevo. La mitología hace acto de presencia poco a poco y uno tiene la sensación de estar leyendo algo mucho más complejo que una simple historia de aventuras.
Sinopsis:

Los anuk, una orgullosa raza, se vio forzada a resguardarse bajo tierra para sobrevivir a la radiación que destruyó la atmósfera
de su planeta primero, y todo lo que habitaba en él después.
Tras décadas confinados en ciudades subterráneas repartidas por su mundo, deciden que es el momento de recuperar lo que es suyo: la superficie.
Pero lograrlo no será sencillo. Antes deberán llegar más lejos de lo que ninguno de ellos haya ido nunca. Tendrán que viajar hasta Ki, un planeta que contiene una materia esencial para la reconstrucción de su atmósfera: el elemento 79.
Akbur Bolk será el encargado de capitanear dicha misión hacia lo desconocido, donde comprobará de primera mano que ese en aparente inofensivo planeta está lleno de misterios y peligros.
Reseña:
El prólogo es desesperanzador, directo a la yugular. Nos presenta un mundo idílico habitado por los Anuk, la especie protagonista de esta historia, pero pronto se sucede un desastre que acabará con su modo de vida. Años más tarde la única esperanza de recuperar el planeta es viajar a uno desconocido, dedicando los primeros capítulos a presentar al protagonista y preparar la misión. Allí, en Ki, encontrarán algo que no se esperan, y hasta aquí puedo leer para no desvelar más de la cuenta, ya que gran parte de la novela se sucede en dicho planeta.
Lo que más me ha gustado de la obra es la originalidad de la misma; cuesta encontrar otras referencias literarias a lo que he leído. Con una prosa sencilla, pero efectiva, el autor nos presenta una historia de aventuras que al final resulta mucho más, gracias a la gran cantidad de detalles mitológicos que tiene. Además, la trama es tan épica como original y el autor no tiene miedo de presentar situaciones realmente dramáticas y de una espectacularidad inusitada.
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PLANETA KI: LOS TRES REINOS
Cuando uno se cansa de la ciencia ficción convencional y de que le vendan la misma historia una y otra vez, no es mala idea acudir a la literatura independiente o de editoriales indies para encontrar algo de frescura. Alberto Guerrero, el creador de la saga Planeta Ki, significa precisamente eso: nuevas ideas y puntos de vista.
Antes de tirarme a esta reseña, debo advertir que Los Tres Reinos es una segunda parte, siendo la primera Mundo de Dioses. Aunque se podría llegar a leer y entender sin la primera, la lectura es mucho más rica y satisfactoria si se plantea como secuela.
Sinopsis:

Ha pasado un año desde que la guerra entre las dos principales especies de Ki —los gigantes y los lagard— y los anuk concluyera con un pacto entre las tres razas.Gracias a ello, los anuk logran retomar la extracción del elemento 79, imprescindible para reconstruir la atmósfera de Nibur, su moribundo hogar. Sin embargo, cuando la misión parece llegar a su fin, los trabajadores de las minas comienzan a morir en extrañas circunstancias. A Akbur y a su equipo, ante la urgencia de terminar la misión con la que esperan salvar a toda su especie, no les quedará más remedio que tomar una serie de decisiones sin precedentes que moldearán el futuro de Ki y de todos los que lo habitan.
Reseña:
Tal como marca la sinopsis, la trama de Los Tres Reinos comienza un tiempo después del final de Mundo de Dioses. Los anuk comienzan las tareas de extracción del elemento 79, imprescindible para reconstruir la atmósfera de su planeta natal —Nibur—, pero pronto surgirán nuevos problemas que amenazan con dar al traste la misión y extinguir toda la raza. Lo que llevará a los protagonistas a tomar difíciles decisiones. Esa amenaza apocalíptica no desaparece en toda la obra y crece a medida que avanza, generando un desafiante crescendo hasta un final muy muy intenso.
Como era de suponer, en esta nueva novela cobran más protagonismo los lagard, quedando los gigantes en un segundo plano. No solo los conoceremos como especie, sino también se nos mostrará su cultura e historia. Os aseguro que resultan entretenidos de leer.
Es difícil hablar de esta obra sin caer en el spoiler, puesto que la trama transcurre a los largo de unos años, pero sin que haya nada de relleno. Todo lo que se narra es importante para comprender el final que se avecina, que a medida que avanza se intuye que va a ser tan impactante como en la primera parte.
Ya en Mundo de Dioses los anuk se enfrentaban a decisiones éticas difíciles, pero en este nuevo capítulo esa idea trasciende a un nuevo nivel. La moral y la ética es algo que siempre está presente en las obras de Alberto, lo que lleva a los protagonistas hasta el extremo y hasta las últimas consecuencias de los caminos que tomen.
Si algo me ha gustado es la subtrama que ya se intuye. Ya en la primera deduje que Planeta Ki era mucho más de lo que aparentaba ser —más que una mera aventura espacial—, pero en la segunda cada vez hay más pistas que apuntan a ese concepto. Las referencias mitológicas no están ahí por nada y al final uno deduce que Alberto está contando una historia grandiosa, a pesar de ser narrada desde la perspectiva de especies alienígenas que nos son desconocidas.
El punto negativo se lo doy a esa sensación que deja a veces de que los personajes protagonistas no tienen ningún control sobre los acontecimientos y que son meros observadores. Aunque si uno mira en perspectiva, los actos de Akbur y Ninmah —los máximos protagonistas— sí que imprimen una huella imperecedera en la trama. Así que soy consciente de que es solo una sensación.
En definitiva, Los Tres Reinos es una magnífica continuación de Mundo de Dioses, que explora nuevas ideas y conceptos, sin caer en lo repetitivo. Destaco la facilidad de Alberto Guerrero de crear universos de ciencia ficción verosímiles, creíbles y que sirven para que, al terminar, miremos a nuestro alrededor y valoremos mucho más lo que nos rodea. Cuando uno lee Planeta Ki no puede evitar preguntarse a dónde vamos como especie, y eso es mérito del autor, sin duda.
¿Habrá tercera parte? Pues ahora mismo, lo desconozco, porque ni siquiera el propio autor lo sabe. Yo, por supuesto, espero que sí, y lo molestaré de tanto en cuando con esa idea.
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SOBRE EL AUTOR:

Nacido en Barcelona en 1985, Alberto Guerrero ha sido siempre un entusiasta de la ciencia ficción en cualquiera de sus vertientes. Químico de profesión, actualmente combina su trabajo con la escritura de la saga Planeta Ki.