Hoy Netflix lanza la segunda temporada de una de las series de época más esperadas basada, además, en una saga literaria que ha sido un verdadero fenómeno de ventas en todo el mundo. Una saga literaria que emula aquellas obras de época y cuya autora ha llegado a ser comparada con la mismísima Jane Austen, no lo creo, pero es algo que defenderé más adelante en este mismo artículo.

Mi relación con esta serie es extraña, es justo todo lo que critico en una obra y, sin embargo, aquí estoy, hablando sobre ella porque la he leído y la he visto, es más, estoy viendo la segunda temporada a la par que escribo estas letras.
Reconozco que comencé a ver la serie de Netflix por mera curiosidad y terminé por disfrutarla hasta el último minuto. Hay cosas que me parecen fuera de lugare, pero hay que entender el público al que va dirigido y, o lo aceptas, o no, ese es tu problema, o el mío…
La serie es fresca, incluso divertida. Nos narra la historia de una familia numerosa de la alta sociedad inglesa, los tejes y manejes de lo que la serie llama «La temporada». En estas fechas, todas las jóvenes casaderas son presentadas en sociedad y los jóvenes herederos se dedican a cortejar en bailes, tardes de té y paseos por los jardines a las jóvenes muchachas. En este marco nos encontramos con situaciones tremendamente variopintas y recogidas, todas, en una revista de sociedad que firma una tal Lady whistledown que nadie conoce. Obviamente, es un pseudónimo.

La saga literaria, y perdonad que se tan pesada con Kindle Unlimited, se encuentra, efectivamente, en este formato para todos los que estén inscritos a este servicio de Amazon. La saga literaria sigue siendo tan fresca como la propia serie televisiva, creo que han hecho un gran trabajo en este sentido. Es una narración fluida y entretenida, no hay tanto sexo como pensaba y, si eres como yo que esos pasajes no son el mayor de sus intereses, pueden saltarlos para continuar con la trama. Cada libro narra la historia de amor de cada hermano, siete en total, más un octavo que hace de compendio de epílogos de todos los libros anteriores. Para mi gusto, la saga literaria es tremendamente divertida y adictiva hasta llegar, por desgracia, a Eloise. Eloise era la gran esperanza de las hermanas, en todas sus apariciones es divertida y pespicaz, pero en su libro… Aquí, para mí, la serie decae, aunque espero que la serie de Netflix salve los muebles en este sentido.
Los mejores libros de los ocho son los que protagonizan los tres hermanos mayores. Son libros divertidos, entretenidos y contiene montones de momentos tronchantes que son un verdadero deleite.

Ahora vamos a la parte histórica, que sé que lo esperáis viniendo de mí. Tiene de histórica lo que yo de ingeniero espacial; sin embargo, debo reconocer que la escenografía empleada tanto en la serie como en la saga son perfectos. Las actitudes de los personajes están repletos de presentismos y se alejan bastante de los cánones de la época.
También tenemos que tener en cuenta que la razón de la autora no es recrear un época, sino entretener al lector con inventivas y anécdotas edulcoradas de una época que, supongo, le atrae como concepto meramente estético y es así como debemos afrontar su lectura.