Reseña de la miniserie «Chapelwaite»

Por Samir Dabian Guerra

Cuando esta miniserie se estrenó en HBO Max, oí hablar muy bien de ella. La ponían como uno de esos estrenos de tapadillo que pega el pelotazo a través del boca a boca. Además, estaba basada en un relato de Stephen King, Los misterios del gusano (Jerusalem’s Lot), precuela de El misterio de Salem’s Lot, uno de mis libros favoritos del escritor de Maine.
Con estos argumentos debería de haberla incado el diente (¿Lo pilláis? ¿Eh? Ya sé que es un chiste malo… Vale, ya paro), pero no fue así. He tardado bastante en poder degustarla.

SINOPSIS:

La historia se ambienta en 1850 en Preacher’s Corners (Maine) y sigue a Charles Boone, un hombre que se muda allí junto a su familia y tres hijos después de que su mujer muriese en el mar.
Sin embargo, Charles cuando se asienta allí pronto tiene que enfrentarse a los secretos de la sórdida historia de su familia y luchar para acabar con la oscuridad que ha plagado a la familia Boones durante bastantes generaciones.

RESEÑA:

Lo primero a destacar es su ambientación. Dicen que no tuvo mucho presupuesto, pues bien que han exprimido cada dólar al máximo, sobre todo en la recreación de la época, porque en efectos no hay un gran derroche técnico, sino que se opta más por sugerir que mostrar, pero los que tiene, cumplen con creces.
Estamos ante una serie de terror gótico, que a medida que vamos avanzando a través de los 10 episodios que consta, se va haciendo más tenebrosa, con un ambiente cada vez más opresivo y malsano, reflejado en una oscuridad creciente, tanto a nivel de fotografía como de guión.
Hablando del reparto, destaca Adrien Brody, quien interpreta al capitán Charles Boone, y lo hace como mejor sabe hacerlo: sufriendo. Cuando el bueno de Adrien ha intentado hacer algo distinto del papel por el que ganó el oscar (El pianista), la verdad es que no le ha ido muy bien. En King Kong no me funcionó como héroe de cine de aventuras y en Predators directamente me pareció ridículo como héroe de acción. Así que aquí sufre, sufre mucho y bien.
El otro personaje más relevante es el de Emily Hampshire (la primera vez que la veo) e interpreta a Rebecca Morgan, una periodista que se pone a trabajar de institutriz de los hijos de Boone para escribir un artículo sobre las miserias y leyendas de la familia. Uno de esos papeles que sabes desde el minuto uno como va a ser su arco argumental. ¿Lo adivináis?

La pareja en cuestión.

En resto del reparto cumple su función, a destacar el impresionante trabajo de Christopher Heyerdahl, un clásico secundario del género fantástico al que yo conocí a través de Sanctuary (2008), pero que podéis ver en un papel más reciente en Pacemaker. Él interpreta, bajo toneladas de maquillaje, a Jakub, el vampiro maestro. Su diseño, lejos de vampiros gusiluz o entrevistables eroticofestivos, se asemeja más al de Nosferatu de Wilhelm Murnau.

Si ya doy miedo sin maquillaje…

Porque esta serie va de vampiros, como ya habéis adivinado si conocéis la novela de es precuela. Ya de por sí es una buena serie de vampiros, donde no escatiman en sangre y en escenas truculentas, pero si sumamos a que está repleta de gran cantidad de influencias literarias, hacen que su visionado sea una gozada para un amante de la literatura de terror como el menda lerenda.
El comienzo me recordó a un relato de H. P. Lovecraft titulado La ratas en las paredes. Los primeros episodios son de cocción lenta (que no aburridos) y muestran la leyenda negra de la familia Boone y como el capitán y sus hijos se tienen que enfrentar al odio de un pueblo supersticioso que sufre una plaga mortal hacia el apellido Booney al racismo que sufren los hijos de Charles Boone, ya que son mestizos. Aquí tenemos un poco de crítica social, incluido un trabajador de Boone negro que sufre las vejaciones del resto de empleados o la discriminación, esta vez por género, que tiene que aguantar el personaje de Emily Hampshire. Todo muy bien llevado, por cierto, no en plan pegote como en otras series o películas.
Después ya arranca el tema vampírico. No voy a hacer aquí spoilers, solo decir que también se puede observar una fuerte influencia del relato de Bram Stoker La guarida del gusano blanco y, de nuevo, de Lovecraft y sus cultos adoradores de dioses antiguos y de sus grimorios malditos. El libro aquí codiciado, el De Vermis Mysterii (Los misterios del gusano) es una especie de Necronomicón que aparece en relatos de Robert Bloch como El vampiro estelar, y en obras del propio Lovecraft como La sombra más allá del tiempo.
El final de la serie no decepciona en absoluto, está repleto de acción y sorpresas.  La verdad es que no me imaginaba en absoluto el desenlace.

En resumen, una gran serie de terror gótico que recomiendo mucho. Si la habéis visto, decidme qué os pareció en los comentarios


Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s