LOS LUNES AL 
Por JL Prieto
Para sorpresa de todos (incluidos mis compañeros de administración de Cultura Underground) estreno esta nueva sección con la música como protagonista. Una especie reducida de HISTORIAS DETRÁS DEL PENTAGRAMA (próximamente reeditaremos el primer episodio), en el que cada lunes (más o menos) dejaré un artículo de cosecha propia sobre algún tema relacionado con este mundillo: la idiosincrasia de un álbum, una reseña, una figura o, como en el día de hoy, un Videoclip.
En el año 2003 Marilyn Manson publicó «The golden age of grotesque», en el que puso de moda lo grotesco (y burlesco) en la escena del rock. Tampoco es que esto fuera nuevo, pero verle vestido con ropa de la época del cabaret y un gorrito con orejas (que emulaba a Mickey Mouse) le confería una imagen poco dulcificada, que es lo que pretendía. Sus alumnos más aventajados (en cuanto a polémicas visuales se refiere), Rammstein, regresan el 29 de Abril con «Zeit» su nuevo, y tal vez último, álbum de estudio». Hay rumores de que esto último sea así, que tanto Lindemann (vocalista) como Richard Z. Kruspe tienen idea de dar más protagonismo a sus proyectos individuales.
El protagonista de hoy es su nuevo videoclip, con el que vuelven a la polémica como solo ellos saben hacer. En lo estrictamente musical «Zick Zack» es un tema más de Rammstein, sin ninguna novedad al frente: las guitarras distorsionadas perfectamente sincronizadas, el teclado minimalista de Christian Lorenz o la pronunciación teatral de Till Lindemann. Este último es algo a destacar y razón por la que Rammstein ha destacado entre otras formaciones alemanas que cantan en su idioma materno. No, por mucho que se diga, el alemán de a pie no habla de esta forma tan vulgar y exagerada. A título personal, el riff de la canción me parece un refrito del tema «Zwitter» de su particular black álbum: «Mutter» (2001).
Como viene siendo habitual, la fecha de lanzamiento de este segundo sencillo vino precedida de su particular campaña de marketing, en el que podíamos ver a los seis miembros de la banda disfrazados (mejor ver la imagen de más abajo) con un número de teléfono real al pie, al que si uno llamaba, y como si de una centralita se tratase, podía acceder a contenido exclusivo: significado del título del tema, un extracto del mismo, etc.
La canción en si es una parodia (a lo Rammstein), como ya hicieron en «Keine Lust» (aquí como gordacos extremos) de las operaciones estéticas. Mientras la letra pone énfasis en mantenernos siempre bellos, retando al paso inexorable del tiempo, el videoclip nos habla de los peligros y excesos de esas operaciones estéticas.
Tras este tochaco, como diría el bueno de David Lorén Bielsa , mejor dar al play y ver este divertido y grotesco vídeo de la banda alemana más famosa de la actualidad.