LOS LUNES AL 
Por JL Prieto
Nuevo artículo de nuestro espacio musical semanal y hoy la actualidad manda. No, no vamos a hablaros del triunfo de Ucrania en EUROVISION, de eso ya lo hicimos el jueves pasado y os comenté que el voto-pena los hacía candidatos a hacerse con la estatuilla de cristal (y así fue), que el participante de Inglaterra lo estaba petando en Tic Toc con sus covers (fue segundo) y que España estaba entre las favoritas (terminó en un meritorio tercer puesto). Pero no vengo hoy hablaros de pena ni de politiqueo eurovisivo, sino de la vuelta de una de esas formaciones de los 2000.
El pasado viernes, tras innumerables rumores, una serie de conciertos en el 2019 en el que colocaron el cartel de lleno o petado, la cancelación de una gira por la pandemia y no sigo, que luego dirá David Lorén Bielsa que me marco un tochaco, de los My Chemical Romance.
Con ellos está de vuelta el delineador, la sombra de ojos los peinados atrevidos, lo EMO en su expresión más mediática. Hasta el año 2000 New Jersey solo era conocido, musicalmente hablando, por dos fuguras: el Boss (el bueno de Bruce Springsteen) y el mojabragas de John Bon Jovi, pero con la llegada de los 2000 los hermanos Way, Iero y Toro pusieron en el candelero a una banda que iba a ser fundamental del recién estrenado milenio.
Toca hacer defensa de un periodo que siempre se ha considerado inferior, con respecto a la década de los 80 y 90. Esto sucede porque, nos guste o no, somos esclavos del tiempo en el que nacimos y nos formamos como seres humanos. Mientras unos quedan anclados en el pasado otros hemos aprendido a abrazar lo que nos han traído las nuevas generaciones, de lo contrario un servidor (nacido en el mágico 79) no habría podido disfrutar de Gojira, Nothing More, Royal Blood o más recientemente de los cordobeses Viva Belgrado (enganchado estoy a su Bellavista).
En cuanto a MCR muchos dirán que no son más que un grupo para adolescentes. No, si ahora va a resultar que a los Lez Zeppelin en su momento los escuchaban cuarentones. Para los no puestos deciros que estos nacieron en un barrio chungo de New Jersey, en el que día sí y día también aparecía algún cadáver. Pero los cadáveres que marcaron a Gerad Way, de profesión dibujante de cómics (quedaros con este detalle para más adelante), fueron los que caían de Las torres gemelas. La impresión fue tal que llevó a componer a «Skylines and turnstiles», formar MCR después y finalmente editar su primer trabajo de estudio I brought you my bullets, you brought me your love (2002). De condenarlos por algo, por sus títulos extra largos. Pese a una producción de mierda (no nos engañemos) se vio que era una banda prometedora. De hecho, dos años después lo petaron con Three cheers for sweet reveng. Seguro que más de uno, salvo que vivieras en Narnia, recordará «Helena» con aquel videoclip emo-cional en el que la difunta se levanta de su propio funeral y nos pone, literalmente, a bailar. Le siguieron otros dos éxitos más «The ghost of you (mi favorita del LP) y I’m not Ok (a que con este título uno no imagina que es una declaración para decir adiós a una relación tóxica, yo me lo puse mucho no hace mucho).
Lo cierto, y aunque les joda a los anclados en el Siglo XX es que las canciones de My Chemical Romance han envejecido mejor que ellos mismos, y nada más lejos de la verdad su éxito más internacional The black Parade (2006) considerado uno de esos 100 álbum imprescindibles que uno tiene que escuchar antes de estirar la pata. El mismo disco nos habla de ello, puesto a que es un álbum conceptual sobre un enfermo terminal de cáncer, que nos invita a quedarnos con lo bueno que nos ha dado la vida. Un significado muy positivo para una banda, que por estética (otra vez las jodidas pintas, a quién le importa cantaba Alaska) parece todo mucho más lúgubre. La intro a piano del título que da nombre al disco es una de las más famosas de la Historia de la Música (ahí lo dejo viejunos).
Como MCR no repite disco, su música ha variado, en el año 2010 regresaron con una historia distópica, con un título que no voy a reproducir aquí por longitud. En 2013, en pleno auge de la banda, los miembros deciden aparcar momentáneamente sus caminos. El mismo Matías Prats (sí, el periodista y presentador de informativos) abrió el telediario con la noticia y un chiste malo sobre que se les acabó la química.
A partir de ahí diversos discos individuales y Gerad Way volvió a su trabajo como dibujante de cómic (su pasión). El éxito llegó con The Umbrella Academy (sí, la serie de Netflix está basada en sus comics).
Como he dicho al comienzo, MCR está de vuelta. No, probablemente no sonará en Ibiza (para eso tenemos a Chanel) ni tampoco en Ucrania (allí no están para estas cosas, que disfruten de su éxito en EUROVISION), pero la vuelta de MCR, la banda de toda una generación (la de los 2000) está de regreso y lo hacen igual que nos dejaron, con un tema entre lo Emo y lo épico (Emo-épico).
Hasta la próxima semana, amigos de Cultura Underground. Sin acritud si sois demasiado mayores para abrazar las nuevas tendencias.