Hoy en LOS LUNES AL , el espacio musical de esta casa vamos con una reseña, la primera en lo que va de año. Prometo subirla al blog en cuanto los quehaceres de la vida me lo permitan.
La reseña de hoy puede estar plagada de puntos contradictorios, como diría un buen amigo mío (melómano como un servidor) en los diferentes matices reside la clave de la interpretación. Los potros del tiempo es el octavo trabajo de estudio de la banda originaria de Berriozar, Navarra. Marea posiblemente sea la última banda de rock estatal que ha contado con el apoyo masivo de la crítica y público, sin la necesidad del respaldo de radiofórmulas tipo Cadena 100, Cadena Dial o los 40 Principales (40 Criminales para uno), aunque luego se hayan rendido a ellos. Para la crítica especializada tampoco es fácil, parece que hablar mal de la banda de Kutxi sea un pecado. Evidentemente, también cuenta con un buen puñado de detractores, que los acusan de un inmovilismo. Como si eso tuviera que ser de serie un defecto, por no decir algo común en cuanto a las bandas de rock con Ñ se refiere.
¿Y en qué bando se encuentra un servidor? Pues mejor que juzguen otros, antes y ahora siempre me dio igual. En verdad, unos y otros tienen sus razones. Marea no ha inventado nada, lo suyo lo han hecho otras muchas bandas antes. Póngase de ejemplo unos tal Leño (del cual beben unos y otros en esto del Rock urbano), Platero y tú, u otros navarros de nombre Barricada, Los Suaves (mi banda favorita en cuanto a lo de cantar en la lengua de Cervantes). Pero si hay una banda que ha influenciado a Marea es Extremoduro, algo muy evidente en sus primeros tres trabajos de estudios, esos que dicen algunos que son lo mejores. Yo añado que Marea es una de las bandas más sobrevaloradas del rock hispano, «¿y qué joder» parafraseando un mítico tema. También existen influencias foráneas, la más clara la de los hermanos Young (AC/DC), más destacada en sus dos últimos trabajos. Da igual el bando en el que uno se posicione, Marea no engaña a nadie, su intención nunca ha sido la de innovar, están orgullosos de sus influencias y solo por eso me quito el sombrero. Además de todo lo dicho, constituyen una rara avis en esto del rock (no solo hispano, sino también del extranjero) al estar formado 25 años despues por los mismos miembros que le dieron vida en 1997:
Kutxi Romero a la voz.
Eduardo Beaumont, Piñas, en el bajo.
César Ramallo en la guitarra.
David Díaz, Kolibri, guitarra solista.
Alén Ayerdi, batería.
Formados en 1997 bajo la denominación de La Patera, se vieron obligados a cambiar el nombre por Marea (el primero pertenecía a otra banda y no hubo acuerdo por los Derechos de autor), por lo que pasaron a llamarse como iba a llamarse el debut discográfico. La Patera quedaría como título del debut discográfico. De las distintas bandas que surgieron bajo el amparo musical de Extremoduro (no me gusta hablar de copias) Marea es la que más éxito ha tenido. Nada más hay comprobar las reproducciones en cualquier plataforma digital para verificarlo. De aquel rock calimochero de sus inicios queda poco, y sino probar a poner cualquier tema aleatorio de este Los potros del tiempo con cualquiera de La Patera o Revolcon (2000). Más que la música (que también) lo que más ha cambiado a lo largo de estos años es la poesía callejera de Kutxi. Se ha pasado de entonar los himnos de Besos de perro (2002) a la necesidad de tirar de diccionario, para entender ciertas palabras. No digamos ya el significado de sus letras.
Los potros del tiempo (2022) viene a suceder a El Azogue (2017), un disco que ya denotaba una madurez musical. Si eres fan de sus primeros trabajos quédate en el pasado. La producción de este nuevo trabajo de estudio se me antoja más guitarra, siendo un instrumento que brilla. Tampoco nos vengamos arriba, hablo de sonido, no de calidad. Los solis del Kolibri siguen siendo una delicia, sin que estemos ante un guitarrista tipo guitar hero. Hay temas como Buena muerte que huele a clasicazo. Es un trabajo más pausado de lo que nos tiene acostumbrados. La voz de Kutxi ya no es la que era (tampoco en directo), pero se nota un esfuerzo por no repetir esquemas. Seguramente será necesario más de dos o tres escuchas para apreciar todo el contenido de esta producción.
Conclusión:
Si algo me gusta de Marea es que no importa el disco que pongas, habrá temas que te pongan más o menos, pero ninguno está ahí de relleno. Los potros del tiempo son 45 minutos de rock nacional, que sin inventar nada, te hará sentir nostalgia del pasado. Si te gusta el hard rock de los 80, sin duda este álbum será una buena elección.